EL POR QUÉ DE EL BLOGÍGRAFO



El Blogígrafo es un blog destinado a mi producción literaria personal y a recomendaciones que por algún motivo tienen un interés especial, relacionadas con el mundo de la literatura, y a otras que crea que son de interés general. Si queréis colaborar a que este blog crezca con vuestras aportaciones, adelante. Un saludo.





domingo, 25 de septiembre de 2016

CUANDO LLEGA CIERTO DÍA





SI TE APETECE PUEDES ESCUCHAR LA CANCIÓN MIENTRAS LEES.







CUANDO LLEGA CIERTO
DÍA.


 


Las noches de otoño comienzan a ser frescas.


El sol ya se ha hundido en el horizonte


y esa luna blanca


es la misma que contemplaron


Lorca, Cortázar o Bukowski,


los que ya no están


pero permanecen sus palabras,


como un día no estaré yo


pero aunque sin tanto valor como ellos,


intentaré que mis palabras


permanezcan de alguna forma.


Estoy sentado frente al teclado,


en penumbra, como a mí me gusta,


escribiendo las voces de mi imaginación.


Ya me llegó ese día


en que te dicen que algo en ti


no funciona como debería hacerlo,


y eso está condicionando mi escritura,


como condiciona también todo lo demás;


es como si se paralizase todo,


como si considerase


que ya no vale la pena hacer nada nuevo,


porque ya nada parece tener sentido,


a pesar de desconocer


si el fin puede o no estar cerca.


Escribo mientras me hago preguntas.


¿Es esto la vida?


¿Pasar los días mejor o peor aprovechados


mientras incubas algo chungo


en algún rincón de tu cuerpo?


No es que me importe que me digan


que me queda más o menos tiempo;


hace mucho que me convencí


de que toda esta parodia


es tan solo un tránsito;


 
de que un día la vida
 

te enseña  que no eres nadie,
 

tan solo uno más
 

de los muchos
 

que han pasado por ella;
 

pero me preocupa esa otra parte,


la que afecta a los demás,


porque no estoy solo en esto,


están mi mujer y mi hija,


son ellas las que me preocupan.


Puede ser que se trate de algo grave


o puede ser que no lo sea;


de momento tan solo sé


que se trata de un par de nódulos


de esos que los médicos


señalan como “sospechosos”


y que me tienen entretenido


con análisis, ecografías y resonancias,


pendiente de una biopsia,


y de unos resultados,


y después…


después ya se verá.


De momento


son solo confusos días de incertidumbre.


Tampoco nadie me aseguró nunca


que fuese a llegar a viejo,


ni tampoco que no vaya a hacerlo,


pero tampoco querría llegar


como uno de esos


sin fuerzas


ni para subirse la bragueta.


Los hay que parecen vivir


seis o siete vidas en una,


y yo siempre he tenido la certeza


de no ser capaz


ni de vivir una plenamente.


Pero de momento sigo aquí,


en la penumbra de mi estudio,


dejándome atrapar


por la oscuridad de esta noche otoñal,


escribiendo para no pensar,


escribiendo como hago siempre,


como terapia,


como doctrina,


como aséptico emocional,


esperando encontrarle


un final apropiado a este poema;


porque en definitiva nuestra vida


no es más que esperar:


esperar el autobús,


esperar tiempos mejores,


esperar un nuevo concierto de los Stones,


esperar que nos toque la lotería,


esperar el ascensor,


esperar el zumbido del despertador,


esperar una vida durante un embarazo,


esperar unos resultados,


esperar a la muerte.


 


 


 

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